martes, 27 de octubre de 2020

 27 de octubre de 2020, 10 años sin Néstor.


Homenaje (ya lo he publicado alguna vez)
ESE
Por Jorge Claudio Morhain
El flaco, el bizco, el desparejo. Desaliñado, inoportuno, duro de entrar en una foto. Ese hombre.
Ese hombre.
El que redimensionó tantas cosas.
Hasta la palabra HOMBRE.
El que dejó un testamento hablado que termina: "Si no es así les pido que me olviden, que es el peor castigo para quien no haya sabido ser un hombre".
Ese de quien ahora todos eran amigos.
Pero que en realidad era amigo de todos. Ese, por el que no dábamos cinco.
Al que por casualidad impusimos presidente.
Porque quien lo eligió para que lo elijamos lo hizo, creo, por descarte, y no porque tuviese la mínima intuición de lo que iba a hacer.
Ese, del que ahora todos hablan bien.
Ahora.
Ese, sin embargo, contra quien he oído los más terribles epítetos, maldiciones a la muerte por llevarse a un enemigo fácil, porque se las aguantaba todas y siempre daba más para odiar.
Y no se si son tan pocos, porque esos epítetos los he oído en el tren, en la calle.
Y nos habla de qué feroz campaña, de qué mar de mentiras tuvo que cruzar a nado.
Porque fácil hubiera sido todo este panteón de alabanzas y homenajes y los que vendrán, si, como Perón pre-55, hubiera tenido un aparato de alabanza y de adoctrinamiento que se iniciaba en la escuela primaria.
Al contrario.
Gobernó detrás de la cortina de mentiras, epítetos e insultos.
El y su esposa luego.
Del adoctrinamiento de los otros, los repartidores de slogans y lugares comunes, los cascarudos que mandaron los Ellos.
Y aun así, ahí está. Millones.
Millones, amándolo, llorando un ser querido que se ha ido, más de lo que suele llorarse un ser querido que se ha ido.
Ese, por el que no dábamos cinco. Y eso nos lleva a pensar: cuántos, cuántos habrá por lo que no damos cinco, y por no darle un cinco su vida pasa y se marchita, habiendo podido dar tanto, dejar tanto.
Pero cómo encontrarlos.
Juan Pablo Feinmann decía que ahora certifica que Dios no es argentino.
Lo contradigo.
Si hubiera un Dios, si lo hubiera y marcara las vidas y los tiempos, sería argentino.
No se entiende si no cómo cayó este flaco, este bizco, desprolijo y desubicado, en el momento justo, en el lugar justo.
Para hacer reales nuestros más locos sueños de juventud.
Para volver a confirmarnos, como dijo la Tana Rinaldi, que lo imposible es posible y lo soñado puede ser real.
Sólo con proponérselo. Y luchar por eso.
Hemos vivido una cumbre de la historia.
Con sólo decir "yo estuve allí" seremos distinguidos con piedra blanca. Vivimos en épocas del flaco bizco y desaliñado.
De Néstor, nuestro padre.

jueves, 22 de octubre de 2020

 El vaciamiento del Sentido Común.

O el lado oscuro de las ciencias. La Ciencia que estudia al ser humano, tanto física como socialmente, nos proporciona cada vez más herramientas para saber cómo "funcionamos". lamentablemente,ese conocimiento llega también (y a veces antes, y a veces exclusivamente) a esa élite despiadada e inhumana que ha hecho del poder a través del dinero la única razón de su existencia. Un movimiento de pinzas, armado desde que implantaron la Dictadura, los ha llevado a apoderarse de una enormidad de medios, métodos y sistemas que utilizan en la desconcientización de la sociedad. Buscan destruir el Sentido Común, y lo hacen a través de falsas noticias, de verdades a medias, de cuentitos infantiles, de fábulas prodigiosas, de "trascendidos"y "chismes de pasillo". Entonces, la sociedad absorbe, hasta un punto de saturación. Ese punto es un descreimiento de base, no expresado, y es el momento en que implantan sus falsas verdades, que dan categoría de ciertas a la más disparatadas aseveraciones. Así capturan a las multitudes. Los que nos creemos inmunes deberíamos reaccionar. Y ojo, que digo "creemos". No tenemos el antídoto: será más fácil acabar con el Covid que con esto.

 

SOBREDOSIS DE TV

Soy inveterado espectador de este programa, en sus varios formatos, y admiro siempre la capacidad de detalle de los editores. Y siempre pienso que van a descubrir dos perlitas que vi al pasar en el pasado reciente. Pero no las ven. Pratt Gay, en aquella excursión por Estados unidos, cuando dijo la célebre frase «el trabajo sucio está hecho», dijo también «En el año 200º íbamos por el buen camino, pero no nos dejaron terminar la tarea». Esa frase, dicha al principio del gobierno de Macri, anticipaba lo que vendría después. La continuación de las crisis de 2001.

La otra perlita, que parece que no vieron, fue en los últimos tiempos de su mandato, cuando Macri, en un coloquio de IDES (creo) dijo, caminando con micrófono en mano «¡cómo me calienta la mentira!». Bien, siguió caminando de perfil y con una leve inclinación de cabeza dijo capciosamente, con una sonrisa «¿No se me nota?». Esa frase completaba la anterior, “pícaramente”, queriendo decir “¿No se me nota cómo se me para cuando me calienta la mentira?” Esa “gracia” que quizás no pasó tan desapercibida como parece, es un fallido que desnuda su tara mental desde niño. La mentira lo excita, lo calienta sexualmente, lo domina de placer.

A ver si encuentran los archivos, sobredoseros.