1CxD02-013
(1º de mayo de 2014)
RUIDOS EN
LA NOCHE
© Jorge
Claudio Morhain
Debajo de
la cama algo rugía sordamente. Tiago no le dio mucha importancia: seguro que
era el Diente, su gato barcino. Se dio vuelta en la cama, y siguió durmiendo. Y
se durmió, es cierto, hasta que algo aulló bajo su cama.
- ¡DIENTE!
¡Dejate de molestar!
Silencio.
Tiago se
dio vuelta hacia el otro lado, y se volvió a dormir. Había sido un partido
duro, y tenía mucho, mucho sueño.
Debajo de
la cama hubo toda una pelea, con gruñidos, gritos, alaridos, maúllos
espantados. Tiago no sólo volvió a despertarse, sino que lo hizo gritando,
también él, del susto.
Se encendió
la luz.
Era mamá,
en camisón.
– ¿Qué
pasa, Tiago? ¿Pesadillas?
– No, ma.
El gato está haciendo ruido, debajo de la cama.
Mamá
desapareció de la puerta y volvió enseguida, con una escoba.
La pasó por
debajo de la cama. Y Diente salió corriendo, hacia el rincón.
– ¡Vamos,
Diente! ¡Fuera!
Pero Diente
no quería irse, y esquivaba la escoba de un rincón a otro.
– Está
bien, ma. Dejalo, a ver si puedo dormir.
Mamá cerró
la puerta. Tiago chasqueó los dedos, para que Diente saltase sobre la colcha.
Pero no. Se escurrió corriendo debajo de la cama.
Tiago
resopló, y apagó el velador.
Al
siguiente gruñido se colgó de la cama, metió la mano debajo y alcanzó a agarrar
a Diente por la cola. Con rabia, sabiendo que hacía mal, lo llevó hasta la
puerta, lo arrojó afuera, y la cerró.
Ahora
podría dormir tranquilo…
No mucho
rato.
Algo rugía
sordamente, bajo la cama de Tiago.
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