sábado, 21 de junio de 2014

1CxD02-063

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¿Por qué me dejaste...?

(c) Jorge Claudio Morhain

Cuando me dejaste, lloré mucho. Lloré de bronca, lloré de angustia. pero sobre todo lloré de miedo. Mucho miedo. Mucho. Nunca me había quedado sola en un lugar extraño. De hecho, no sabía qué hacer. Sólo lloré, lloré, lloré. Después comencé a caminar por el borde de la ruta. Pasaban autos que me asustaban, pero finalmente ni los veía. Tenía hambre, sueño, cansancio. Y nostalgia. Angustia y nostalgia.
Llegué al poblado. Un lugar desconocido. Tuve más miedo aún, y caminé por el borde de las paredes. ¿Dónde ir? Alguna puerta se abrió, pero estaba cayendo la noche, y no esperaba hospitalidad fácil. Luego, se abrió un portón y salió un muchacho, hermoso, dulce. Me vio sola, y me preguntó:
- ¿Estás sola?
Bajé la cabeza, dolorida.
- Entiendo. Te han abandonado... - (¿cómo pudo entenderme tan pronto? ¿Cómo pudo ser tan bueno, tan generoso...
Desde entonces, vivo con el muchacho y su familia. Poco a poco me voy olvidando de vos. Todos me quieren, y me cuidan.

Lo único... es que no sé cómo explicarles que mi nombre es "Damita", y no "Pepa", como me llaman. Pero eso es lo de menos, ¿no?

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